Remera Donatello

La remera de los que se eligen No se parecían en nada. Uno era prudente, el otro impulsivo. Uno necesitaba certezas, el otro se lanzaba sin pensar. Uno hablaba poco, el otro hablaba con el cuerpo entero. Y sin embargo, se elegían. Día tras día. Mirada tras mirada.
En los silencios, en los enojos, en las risas desacomodadas. Porque el verdadero vínculo no es simetría. Es decisión. Es aceptar que el otro no encaja del todo… pero que aun así, uno se queda.
No porque falte el caos, sino porque el amor —como dice Gabriel Rolón— no necesita que seamos iguales, sino que seamos capaces de habitarnos en la diferencia.
Esta remera se llama Donatello, y es un recordatorio de eso: que a veces el amor no es una danza perfecta…es un desajuste hermoso entre dos que no se comprenden del todo, pero que se abrazan igual.
Porque hay vínculos que no son fáciles.
Pero son verdaderos